La esperanza es la más grande de las putas. Quiero entonces que esa puta pase la noche conmigo. Quiero acariciarla y dormir con ella. Cualquier puta es lo mejor y único que nos queda.
( basado en un dicho serbiocroata)
La búsqueda de un lugar, un lugar donde todos seamos felices, en el que solo existan proyecciones, sin llegar a la materializarse nuestros cuerpos, algo así como una invención de Morell a escala planetaria. Porque quizás lo corpóreo sea lo que duela. Veo a mis amigos detenidos en esas fotos. Me veo a mí mismo feliz mostrando la dentadura, las muelas que han mordido los cuellos de algunos hombres, su abdomen. Los dientes que han desprendido la carne asada del hueso de pollo, los que han triturado el cartílago. Ser feliz es mostrar el aparato masticador, es mostrar la amenaza, el placer que da apretar la piel entre los caninos. He aprendido a ver a mis amigos en la falsedad de sus proyecciones. He aprendido a definir qué son exactamente esas proyecciones, luces sobre una pared blanca, o una sábana, luces que vi de niño, muy parecido al cine, los rostros, las escenas que se conforman a través de manchas. Se con/forman, de nuevo el cuerpo, lo que se puede tocar. Las carnes se humanizaban a través de lo sucio, de las manchas, vivir es contaminarse.
De niño me exigían:
proyecta la voz como un hombre
ahora que me percato que lo que me decía mi padre,
era que fingiera,
que engañara,
que actuara, como una persona ruda, fuerte,
que fuera lo que no soy.
Ser lo que no eres:
la exigencia de más de 60 años de revolución…