13 de junio de 2017, 15:51

Apreciados Luis Manuel y Yanelys:

Correspondo a vuestra carta de fecha 30 de mayo del presente a propósito del  busto de Julio Antonio Mella que se encontraba en la galería de  la antigua Manzana de Gómez, colocado allí en el periodo en que funcionaba en ese edificio las aulas de la escuela que llevaba su nombre.

Cuando el inmueble fue desestimado en sus funciones dado su estado de ruina y determinaron su traslado a otros recintos, la Oficina recuperó el busto –que conserva–  con el fin de ubicarlo en una entidad escolar que lleve el nombre del héroe imperecedero de la juventud y de la Revolución cubana.

Tener  en cuenta que frente a la Terminal de Ferrocarril hay una plazuela donde se encuentra un busto de Mella,  y al pie de la escalinata de la Universidad de La Habana, en un bello monumento, se guardan sus cenizas.   Por otra parte, la Oficina ha restaurado la sastrería fundada por su padre, Nicanor Mella, en la calle de Obispo, como una escuela taller para los jóvenes aprendices del oficio.

Bien sé que se han dado falsas noticias sobre la destrucción del monumento. Debo decirles que la familia de su escultor, ya fallecido, quien fuera nuestro amigo, el Maestro José de Lara, conoce en detalle sobre este tema.

Aprovecho esta ocasión para saludarles.

Eusebio Leal Spengler