Fue uno de los generales más jóvenes de la Guerra de independencia que comenzó en 1895. Como otros mambises, prefirió luchar por la libertad de Cuba y dejar o posponer el ejercicio de su profesión.
Síntesis biográfica
Nació en el número 795 de la Calzada del Cerro, contiguo al lugar donde estaba el colegio El Salvador (número 797). Su hogar es hoy la escuela José de la Luz y Caballero. Allí y en toda la barriada del Cerro (municipio que lo ha declarado su patriota insigne) y Puentes Grandes transcurrirán su infancia y juventud.
Dicen quienes lo conocieron que era enamorado, serio de carácter, muy amante y preocupado por la familia, bailador, buen jinete, fumador, sencillo y de gran sensibilidad humana. Influencia destacada para su vida y formación fue el marco familiar en que se desarrolla ya que su padre era abogado y fue profesor, subdirector e incluso director del prestigioso colegio El Salvador tras la muerte de José de la Luz y Caballero, cuyo cargo desempeñará hasta su clausura, en 1869.
La influencia paterna desempeñó un papel decisivo en la formación de su carácter y en su decisión de servir a la causa de la independencia de su tierra natal.
Estudios realizados
Obtiene el título de Bachiller en 1886 y matricula en la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de La Habana en el curso 1885-1886, pero lamentablemente durante sus estudios de Medicina murió su padre y se vio muy afectado emocionalmente.
En tal situación fue importante el apoyo moral y material que recibió de dos de sus tíos paternos Juan Bruno y Francisco Javier quienes influyeron decisivamente en Juan Bruno y, sobre todo, para que pudiera terminar sus estudios universitarios. Uno de ellos, Francisco, era médico y profesor universitario y le sirvió de tutor hasta la culminación de su carrera de Medicina.
Asiduo visitante de la Acera del Louvre, compartió con muchos jóvenes revolucionarios que allí frecuentaron y compartieron con Antonio Maceo en la década de 1890 y luego lo acompañarían en las filas del Ejército Libertador cubano.
Su labor como médico
Ya graduado como médico, decidió ejercer la Medicina en la zona rural de la Isla. De ese modo decidió marcharse a los campos de Las Villasdonde, debido a su dedicación y entrega a la población y, sobre todo, de los sectores más humildes, se convirtió en un muy querido y admirado profesional. Esa experiencia como médico rural sería decisiva para su entrenamiento y conocimiento del terreno en su futura vida como combatiente.
De esa manera, al iniciarse la última guerra por la independencia, el 24 de febrero de 1895, uno de los que la apoyó sin vacilación fue el joven médico Juan Bruno Zayas quien, con 27 años de edad, se incorporó al Ejército Libertador.
Juan Bruno Zayas, mambí
El 25 de abril de 1895, dirigido por Juan Bruno Zayas Alfonso, se produce el primer Alzamiento de la Guerra del 95 en tierra villaclareña, en Vega Alta, donde ejercía hasta entonces su profesión. Algunos meses más tarde cuando entró en el territorio villareño la columna invasora dirigida por Máximo Gómez y Antonio Maceo, él le presta su ayuda decisiva.
Iniciado muy activamente y de modo destacado en su vida militar, a los quince días de su alzamiento, por acuerdo de los demás jefes villaclareños, Juan Bruno Zayas es ascendido a Teniente Coronel.
Cuando se organizó el Regimiento de Infantería Narciso, quedó al frente de éste. El 24 de junio de 1895 pasó a mandar el Regimiento de Caballería Villaclara, el cual organizó. El 18 de julio de ese mismo año se puso bajo las órdenes del Mayor General Manuel Suárez, luego de haber atacado cuatro días antes el fuerte provincial. Fue ascendido a Coronel el 15 de agosto y ese mismo día se unió al Mayor General Serafín Sánchez, Jefe de la Primera División del Cuarto Cuerpo.
Con el grado de Coronel participó en la significativa Batalla de Mal Tiempo, junto a las fuerzas del Generalísimo Máximo Gómez, el 15 de diciembre de 1895 y, seguidamente, Antonio Maceo lo seleccionó para que continuase junto a su tropa en la invasión hacia la provincia dePinar del Río.
Con posterioridad participó también en más de 40 combates y evidenció una vez más un alto grado de valor y disciplina militar. Junto a Maceo llegó hasta Mantua el 22 de enero de 1896 y fue uno de los firmantes del documento que se rubricó en Mangos de Roque en que se detalló el cumplimiento exitoso de la invasión. Después, cumpliendo órdenes de Maceo, retornó a la provincia de Las Villas con el objetivo de reorganizar a las fuerzas que operaban en ese territorio y, a la vez, buscar refuerzos para trasladarlos hacia Pinar del Río.
Participó en numerosos combates hasta que se incorporó Organizó la Brigada Villaclara (1ª Brigada 2ª División del 4º Cuerpo) de la cual asumió el mando para participar en la invasión. El 22 de enero de 1896 entró en Mantua al frente de la vanguardia de la columna invasora. Fue uno de los firmantes del Acta allí levantada, al siguiente día, dando por concluida la histórica y legendaria invasión de Oriente a Occidente.
En la primera campaña de Pinar del Río se destacó desde los primeros combates por lo cual resultó herido en uno de ellos. Combatió enMatanzas y La Habana. Concluida la invasión Maceo le ordenó ir en misión especial a Villa Clara. Cumplió y regresó nuevamente al Occidente con cerca de 200 hombres. Ya en junio de 1896 se encontraba una vez más operando en La Habana, su provincia natal.
Ascenso a General
En cuanto a su ascenso a General de Brigada se dice que el Mayor General Antonio Maceo le confirió ese grado al llegar la invasión a Guane, el20 de enero de 1896. Pero lo cierto es que el Titán de Bronce le entregó la proposición al General en Jefe en un escrito fechado en Nueva Paz, el 21 de febrero de ese mismo año quien a su vez lo hizo llegar al Consejo de Gobierno, el 8 de abril, siendo aprobado al siguiente día, convirtiéndose hasta ese momento en el General más joven del Ejército Libertador.
Juan Bruno Zayas contaba 28 años cuando Antonio Maceo lo propuso como General de Brigada el 21 de febrero de 1896 y la promoción fue aprobada el9 de abril de ese año. Hay más: el Titán de Bronce lo nombró su sucesor. Máximo Gómez también lo valoró con justicia y expresó que lo veía y sentía como“… el Agramonte de la época presente”.
Con sus triunfos, arrojo, sencillez y conducta intachable e incorruptible de amor y lealtad a Cuba, se ganó para siempre el prestigio y admiración de todos los combatientes del Ejército Libertador cubano y, fundamentalmente, de sus principales jefes como Máximo Gómez y Antonio Maceo, tal y como puede apreciarse en la siguiente carta del Héroe de la Protesta de Baraguá, fechada el 9 de mayo de 1896, en Pinar del Río.
Brigadier Juan Bruno Zayas
Muchos deseos tenía de recibir noticias de usted, aunque algo había oído decir de su brillante acción con una guerrilla española, pero no quería dar entero crédito al rumor y gozarme de veras, sino recibiendo noticias suyas, como acaba de sucederme al recibir su atenta comunicación de27 de marzo pasado.
Felicítole, pues, por sus triunfos y celebraré que los obtenga con frecuencia. Ya sé por comunicación del General en Jefe que recibió usted de él nueva orden por convenir así el mejor servicio.
Venga junto con él…
Una acción, lo refleja claro. Se acercó a un enemigo herido, ya prisionero, para curarlo. El lesionado atacó al médico con un cuchillo que escondía. Varios intentaron matar al individuo. Juan Bruno lo impidió. Luego de desarmar a su agresor, se contuvo la sangre y volvió a atender al soldado hispano.
Circunstancias de su caída en combate
Lamentablemente, sorprendido en una emboscada enemiga debido a un delator del lugar donde acampaba y en medio de la gloria que ya lo acompañaba, revólver en mano avanzó hacia el enemigo y cayó mortalmente herido en la finca La Jaima, en Güiro de Boñigal, cerca deQuivicán, defendiendo el honor y la dignidad de todos los cubanos, el 30 de julio de 1896, actualmente día de todos los mártires de la Revolución cubana, durante la tercera y última Guerra de Independencia contra España, organizada y conducida por nuestro Héroe NacionalJosé Martí.
Contaba entonces con 29 años de edad y ostentaba el grado de general y el aval de más de 40 combates.
Muerte
Juan Bruno Zayas Alfonso tuvo una vida muy breve pero intensa, heroica y muy fructífera. El joven General y médico tuvo una conducta ejemplar de amor y lealtad a Cuba desde su nacimiento, hasta su heroica caída. Su breve, pero fructífera, vida constituye hoy ejemplo para las nuevas generaciones. Demostró su determinación de luchar por Cuba no sólo por la forma en que participó en los combates, sino también por lo expuesto en una comunicación a su hermano cuando lo instó a que abandonara los campos de batalla a cambio del indulto o salida al extranjero. Entonces le manifestó: “No hemos empuñado las armas para someternos vergonzosamente de nuevo a la dominación española, sino para triunfar o morir por la independencia”. Juan Bruno Zayas causó una notable impresión a veteranos combatientes y aguerridos jefes de los luchadores independentistas cubanos, entre ellos Antonio Maceo, quien al dirigirse a Máximo Gómez le señaló que aquél había muerto en el cumplimiento de su deber, como hubiera hecho el veterano más distinguido de la Guerra Grande. Y agregó:“Muerte que lamento por sus extraordinarias condiciones de valor y su celo en el orden y disciplina del ejército, unidos a su amor infinito a la causa que defendemos”. Juan Bruno Zayas supo cumplir con su deber y entregó su propia vida para engrosar la fila de los héroes de la patria. La muerte no pudo con él: todavía sigue sobre el corcel de guerra de la conflagración necesaria organizada por José Martí, para guiarnos hacia las nuevas contiendas.
En reconocimiento a su obra libertadora fue fundado el Club Juan Bruno Zayas, que se dedicó a conmemorar las iniciativas patrióticas de los villaclareños con celebraciones, lápidas y monumentos. Muestra de ello es la Ceiba Histórica de Santa Clara, algunas lápidas en el Parque El Carmen, etc.