Fuerzas bajo el mando del mayor general Máximo Gómezatacaron una tropa española en lo que habría de ser la primera carga al machete en las luchas por la independencia de Cuba. Ni españoles ni cubanos habían conocido en Cuba la eficacia del machete como arma de combate. Allí se consagró para siempre. A partir del encuentro en los Pinos de Baire, el nombre del general Máximo Gómez se escribió indeleblemente en la epopeya cubana.
Fecha y lugar
Ocurre el 26 de octubre de 1868, sobre el camino real, en el lugar conocido como Tienda del Pino, a un kilómetro al Oeste del poblado deBaire, antiguo Oriente, Cuba.
La acción
La acción se produjo en las siguientes circunstancias: una columna española fuerte, de las tres armas, integrada por batallones de los regimientos Cuba y La Corona, con dos piezas de artillería, en total unas 700 plazas, bajo el mando del coronel Demetrio Quirós Weyler salió deSantiago de Cuba hacia Bayamo. Ante esta situación, Carlos Manuel de Céspedes ordenó al mayor general Donato Mármol que ocupara posiciones en Jiguaní y detuviera al enemigo. Mármol llegó al pueblo acompañado por Gómez y Calixto García, y ordenó al gran dominicano avanzar por el camino real, con unos 200 hombres, y atacar a Quirós durante su marcha.
En Baire
Al llegar a Baire la columna se detuvo. Inicialmente Gómez ocupó posiciones en el sitio conocido como Loma del Yarey, a unos seis km al este de Jiguaní; pero al tener informes de que las tropas españolas se mantenían en Baire decidió continuar hasta las cercanías de ese pueblo y buscar un lugar apropiado para preparar una emboscada. El punto escogido fue el que dio nombre al combate.
El 26 de octubre, Quirós ordenó la salida de sus tropas en dirección a Jiguaní, disponiendo que dos compañías, una de Cuba y la otra de La Corona, marcharan a la vanguardia, en total unos 200 hombres, e inexplicablemente no organizó la seguridad en marcha. Desde la madrugada de ese día, Gómez, con unos 40 hombres de infantería, había ocupado el lugar de la emboscada. Su orden fue que nadie hiciera fuego hasta que él no lo mandara, e inmediatamente se atacaría con los machetes. Cerca del mediodía llegó la vanguardia de Quirós a la emboscada y Gómez, saliendo al camino, ordenó el ataque que se inició con algunos disparos y el asalto al arma blanca, lo cual provocó tal sorpresa y terror en los soldados españoles que apenas acertaron a defenderse, sufriendo numerosas bajas. El resto se dispersó y se refugió en Baire.
Retirada de Quirós
Los resultados de la acción resultaron claramente favorables a las armas cubanas; el mando español reconoce que Quirós llegó a Santiago de Cuba con un tercio menos de sus hombres. Teniendo en cuenta que en total los españoles eran 700, las bajas fueron aproximadamente 233. Si recordamos que las columnas sometidas a la carga se componían de 224 hombres, es evidente que fueron prácticamente aniquiladas, lo cual provocó el pánico en las fuerzas peninsulares y les hizo desistir de llegar a Bayamo. Esta fue la acción más sangrienta y más efectiva de las fuerzas cubanas.
Sin embargo, los españoles, a tenor con los cánones y conceptos militares del período, consideraron como suya la victoria al quedarse dueños del campo de batalla, aunque fuera para recoger a sus caídos.
A partir de este combate, el machete, tradicionalmente empleado en Cuba como instrumento para el trabajo agrícola, en particular el corte de caña, se convirtió en una poderosa arma en la lucha por la conquista de nuestra independencia. Aunque muchas versiones de este combate fijan como fecha el 4 de noviembre, históricamente está comprobado que fue el 26 de octubre.