Gabriel de la Concepción Valdés

Gabriel de la Concepción Valdés, o “Plácido” (seudónimo con el cual firmó su obra), tal vez haya sido el poeta de mayor aceptación popular entre los escritores cubanos del Siglo XIX. Versificador espontáneo como pocos antes o después, algunos críticos lo consideran entre los iniciadores del criollismo y también del siboneyismo en la lírica cubana. Normalmente se le incluye entre los románticos cubanos, donde sinceramente corresponde de acuerdo al período, pero gran parte de la obra de Plácido es mucho más alegre, sin dejar de ser fina, y carente del exceso romántico.

Plácido escribió muchos poemas de carácter popular y para las fiestas familiares también fueron muchas las improvisaciones que redactó. Algunos críticos han caracterizado estas obras como vulgares, cuando en realidad exponían la vida cotidiana de aquellos años enCuba como sólo los criollos lograron hacerlo. Otros aun reclaman que no debe ser incluido en la literatura afrocubana ya que su obra es muy refinada, semejándose demasiado a la de los blancos. Irónico que su obra también haya sido juzgada con el mismo perjuicio que fue su piel. Eso es lo que quería decir ser mulato en la isla durante los años de Gabriel de la Concepción Valdés: no ser aceptado ni por los de la raza blanca, ni por los de la casta negra.

Es cierto que las poesías de Plácido no tienen la perfección ni la profundidad ideológica de Heredia o Milanés. Mas sin embargo, la versificación es tan natural que algunos de sus poemas eran escuchados cien años más tarde en las calles de La Habana, repetidos de memoria en muchos casos sin saber el declamador quien era el autor. En el siglo XIX Plácido fue el poeta de mayor aceptación y divulgación en Cuba, y en la literatura cubana uno de los de mayor sensibilidad.

 

Síntesis biográfica

Nace el 18 de marzo de 1809 en la ciudad de La Habana. Su madre, Concepción Vázquez, era bailarina española natural de Burgos. Su padre, Diego Ferrer Matoso, era peluquero de nacionalidad cubana y raza negra. De unos días de nacido, la madre dejó a Plácido en la Casa Cuna o Real Casa de Beneficencia y Maternidad de La Habana. El apellido “Valdés” se le fue dado, al igual que a todos los otros niños allí bautizados, en honor al Obispo Valdés, fundador de la Casa Cuna. El nombre Gabriel de la Concepción, Concepción de la madre, se dice que estaba escrito en una nota que acompañaba al niño al ser dejado en la Casa Cuna.
Su padre lo adoptó y mantuvo hasta que tenía unos diez años, más tarde lo dio a criar a la abuela paterna del niño. Existen diferentes percepciones con respecto al acto de la madre hacia el niño. Hay quienes estiman que le abandonó debido a los rigores de su trabajo. Otros piensan, lo cual tiene considerable peso, que no lo abandonó, sólo lo dejó en la Casa de Beneficencia para que el padre lo pudiera adoptar legalmente y criar en un ambiente mucho más familiar de lo que ella podía proveer.

Gabriel de la Concepción Valdés
Es considerado por algunos críticos entre los iniciadores del criollismo y también del siboneyismo en la lírica cubana.
Nombre Diego Gabriel de la Concepción Valdés
Nacimiento 18 de marzo de 1809 La Habana, Cuba
Fallecimiento 28 de Junio de 1844 Matanzas
Causa de la muerte Fusilamiento
Nacionalidad Cubana
Otros nombres Plácido
Padres Concepción Vázquez y Diego Ferrer Matoso
Obras destacadas
  • Poesías de Plácido (1838)
  • El Veguero. Poesías cubanas. (1841, 1842)
  • Poesías escogidas de Plácido (1842)
  • El hijo de maldición(1843)

Creció en la pobreza, con todos los perjuicios de ser mulato en una colonia donde existía la esclavitud. Acudió a algunos colegios durante su niñez, aunque no fue una educación continua o estable. Después de su padre partir hacia México, de donde no regresó, ingresó como estudiante en el taller de Vicente Escobar aprendiendo allí dibujo y caligrafía. Dos años más tarde, en 1823, comenzó a trabajar como aprendiz de tipógrafo en la imprenta de José Severino Boloñá. Ya sus dotes de poetas se habían dado a ver, mas fue en la imprenta, donde expuesto a la poesía, surge la inspiración que le acompañaría hasta su muerte. Pero había que comer y tuvo que dejar la imprenta para dedicarse a labrar peinetas de carey, trabajo más lucrativo en aquellos tiempos.
Su niñez transcurrió en La Habana. Se trasladó a la ciudad de Matanzas en 1826 donde trabajó haciendo peinetas de carey. El resto de su vida lo desarrolló en temporadas entre estas dos ciudades. Al menos en una ocasión trató de establecerse en la provincia de Las Villas, pero tuvo que regresar a Matanzas.
En una de sus temporadas en Matanzas, fue visitado por Heredia. Hecho de por sí que descalifica toda la publicidad negativa de algunos críticos. Se rumora que Heredia lo invitó a irse con él a México. Lo cierto es que el gran poeta fue a ver a Plácido específicamente y lo trató como poeta y cubano igual a él.
Fue serio en sus relaciones amorosas. Por desgracia de la vida no llegó a casarse con Rafaela, apodada “Fe”, al morir ella durante el noviazgo. Pocos años después, en 1836, contrajo matrimonio con Celia, no durando mucho estos vínculos. En 1842 volvió a casarse, con María Gil Ramona Morales.
Desde el comienzo de la década de 1840, el habiente cubano estaba revuelto y Gabriel de la Concepción Valdés sufrió cierta persecución, llegando a estar preso al menos en una circunstancia.
Eventualmente el 28 de junio de 1844 fue fusilado en Matanzas siendo acusado de ser uno de los integrantes en la Conspiración de la Escalera.

 

Antología Poética

Fueron muchas las poesías de Plácido que recibieron halagos por sus contemporáneos y otros poetas posteriores. Entre los poemas más reconocidos de este poeta cubano se encuentran:

  • A Dorila de Almendar en su Día
  • A Doris
  • A Mi Amada
  • A Una Ingrata
  • Al Aniversario de la Muerte de Napoleón
  • Fatalidad
  • Invocación
  • Jicotencal
  • La Flor de Caña
  • La Flor de la Piña
  • La Flor del Café
  • La Luna de Enero
  • La Muerte de Gesler
  • La Primavera
  • La Primera Sensación de Amor
  • La Rosa de Trinidad
  • Las Palmas Del Yumurí
  • Los Ojos de mi Morena
  • Plegaria a Dios
  • Recuerdos

Se comenta que durante sus últimos días, en la cárcel, compuso Plegaria a Dios y que cuando era dirigido del calabozo al lugar de su fusilamiento iba declamando esta poesía.

 

Obras Literarias

 

Obras Fundamentales

  • Poesías de Plácido (1838)
  • El Veguero. Poesías cubanas. (1841, 1842)
  • Poesías escojidas de Plácido (1842)
  • El hijo de maldición (1843)

 

Publicaciones donde colaboró

  • La Aurora (Matanzas)
  • La Cartera Cubana (La Habana)

 

Publicaciones del siglo XIX donde aparecen sus poesías

  • El Papalote (La Habana)
  • El Siglo (La Habana)
  • Gaceta de Puerto Príncipe
  • Liceo de La Habana
  • Revista de Cuba (La Habana)
  • Palenque Literario (La Habana)

 

Bibliografía

A continuación se muestra una amplia bibliografía donde el usuario puede encontrar más información Gabriel de la Concepción Valdés.

  • Gabriel de la Concepción Valdés. Poesías Completas. Con doscientas diez composiciones inéditas. Cultural, S. A. Habana. 429 pgs.
  • Itzhak Bar-Lewaw: Plácido Vida y Obra. Ediciones Botas. México. 1960. 182 pgs.
  • Salvador Bueno: Historia de la Literatura Cubana. Editorial Nacional de Cuba. 1963. 459 pgs.
  • Jorge Casals: Plácido como Poeta Cubano. Publicación del Ministerio de Educación. La Habana, Cuba. 1944.
  • José A. Fernández de Castro. Esquema Histórico de las letras en Cuba (1548-1902) Departamento de Intercambio Cultural de laUniversidad de la Habana. 1949. 149 pgs.
  • Domingo Plácido Figarola-Caneda (Poeta Cubano). Imprenta El Siglo XX, Teniente Rey 27, La Habana. 1922. 278 pgs.
  • M. García Garófalo Mesa: Plácido, Poeta y Mártir. Ediciones Botas. México. 1938. 295 pgs.
  • Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba: Diccionario de la Literatura Cubana – Tomo II. Editorial Letras Cubanas. La Habana, Cuba. 1984.
  • José Lezama Lima: Antología de la Poesía Cubana – Tomo II. Consejo Nacional de Cultura. La Habana. 1965.
  • Virgilio López Lemus: Doscientos Años de Poesía Cubana. Casa Editora Abril. La Habana, Cuba. 1999. 433 páginas más el índice.
  • Raimundo Lazo: La Literatura Cubana. Universidad Nacional Autónoma de México. México. 1965. 254 pgs.
  • Jesús Orta Ruiz: Poesía Criollista y Siboneísta. Antología. Editorial Arte y Literatura. La Habana, Cuba. 1976. 400 páginas.
  • Juan J. Remos y Rubio: Historia de la Literatura Cubana. Tomo II. Cardenas y Compañia. La Habana. 1945. 735 pgs.
  • Juan J. Remos: Proceso Histórico de las Letras Cubanas. Ediciones Guadarrama, S. L. Madrid. 1958. 303 pgs.
  • Cintio Vitier: Los Grandes Románticos Cubanos. Antología Tercer Festival del Libro Cubano. Editorial Lex. La Habana, Cuba. 396 páginas.

 

Fuentes