TEXTOS DE JUAN CARLOS FLORES
SELECCIÓN DE AMAURY PACHECO
Nota a pie de página
Para un verdadero poeta, cada momento de la vida,
cada hecho debería ser poético, ya que profundamente lo es.
Jorge Luis Borges
Realizar una pequeña muestra de la poesía de Juan Carlos Flores (Los pájaros escritos, Distintos modos de cavar un túnel, Vegas Town, El contragolpe y otros poemas horizontales) es una tarea difícil; más si se trata de reunir sus poemas en 30 páginas, que fue la propuesta del MDC a raíz de su evento “Otro poeta suicida”. Sé que la gloria cabe en una mostaza, inspirado por esta idea puse mano a la acción.
En mi memoria vi al poeta reciente… caminar era análogo a escribir, la mirada microscópica: “Un alacrán, ya muerto, sobre la acera graficada, también importante para el poema…aunque aquí la única persona atenta a estas minúsculas muertes cotidianas sea yo. “ Con su hueste de heterónimos dentro de la vida diaria, rayaba el día como a la hoja en blanco: Adentrarse en la poesía/ Como un santo se adentra en el nirvana/como se adentra un cuerpo en otro cuerpo.
La selección de estos poemas de Juan Carlos Flores o JKF, como le gustaba que lo llamara, responde a un espacio vivencial donde la poesía era el pan de cada día y el poema una moneda de infinita destreza para crear la alucinación. Hablábamos -más bien hablaba- y nos adentrábamos a otra realidad donde todo cobraba sentido. Lo que llamamos realidad tangible u objetiva, era porosa, llena de micro toboganes que te llevaban a realidades hechizadas. Recuerdo a JKF entrando en nuestra Zonafranca (taller sin asidero estético o esquina tomada en Alamar), zona performatizada que no era la hoja en blanco con su vértigo; sino un holograma poético donde compartíamos los aires vitales del entusiasmo de vivir en la poesía. Ahí llegaba él con sus poemas, leyéndolos una y otra vez, el “Campeón de la Circularidad” o la Máquina Triparlativa con ojos verdes. Capaz de repetir las misma palabras… pero como él dice percibiendo en cada ocasión algo distinto. JKF lo vi frente a mí colgado, lengua necrosada, rotulas rozando el suelo, vacío de angustia y ojos mirando el infinito. Se fue de este mundo por asfixia mecánica como dictaminaron los peritos: inconciencia, asfixia por el peso del cuerpo y la falta prolongada de oxigeno: “Li Tai Po miraba la luna/ Cerraba los ojos y se iba quedando dormido.”
Querido lector, estos poemas tienen la fuerza de haber sido leídos muchas veces, están en el éter grabados como en las pistas de un disco de vinilo. Ustedes son aguja encantada donde resonarán estos versos.
Amaury Pacheco del Monte
Omnipoeta
(Intermedio)
Mientras penetra el ave de utilería y se posa sobre la
máquina fabril alza el papel y lee a contraluz: “Bertolt
Brecht, mascarilla de guerra”. Tras dos lentes, examinar
con frialdad un cadáver, la muerte empieza arriba, después
se expresa abajo en disyunción de los distintos órganos,
según Stainer.
La Condena
(Manuscrito encontrable en una abadía)
Tantos aquí lo ignoran.
Acaso lo sepa el jardinero o loco, durmiente
en el rocío.
blasfemo cuando se habla del animal mordiéndonos
la uña.
Acaso lo sabían las muchachas de mi aldea natal
rosadas, sudorosas en la época de recoger cosechas.
Acaso lo sabía mi padre y se calló,
necesitado como estaba de obtener ganancias.
Debió saberlo mi maestro de latines, gran viajero
que estuvo en las tabernas de la marinería
y el escándalo.
Yo no lo sé, lo sufro: es un rayo muy largo que
pasando
por el cuerpo velozmente, une a la tierra con el cielo.
Entonces queremos ser como otros arboles
dejar que la marea suba y marque un tiempo.
Pero ay de los que nada pueden, ay de mi condenado
a copiar extenso manuscrito bajo esta luz que
ya me ciega.
Ayer, mientras recogía guijarros en la playa vi
a dos aves
ardiendo, el polen del mar en sus pupilas.
El loco o Mac Chagall
Una mujer y yo sobrevolábamos los muros,
cometas encontrados un viento mercurial
nos quiso huéspedes, difusos en la ciudad paralela.
Una paloma se posó en mi frente y era diástole.
El mar cupo en el cuenco de mi mano.
Bebimos un vino que era también savia de un árbol
donde se refugiaban los cocuyos, las más tímidas
hormigas.
Mis piernas, que han andado
por los vastos caminos ardorosos dejaron de dolerse.
En un lago yo me lavé los ojos y los pies.
Ella reía, bajábamos, subíamos,
su risa un tintineo de llaves, bajábamos, subíamos
aldea esta ciudad que hoy llamo cráneo o el desierto.
Los músicos, borrachos, tocaron una extraña fuga,
agujas de pino en los canales de mi sangre cabalgaron.
Se abrieron las ventanas, hubo más luz,
salía luz del corazón como del ojo de los búhos.
Alguien pinto con cal los muros grises.
Volaron las casas, las madres, los niños,
los viejos con sus ay y con sus perros tristes,
estuvieron alegres las flores y los utensilios de cocina.
Los ladrones soltaron sus colmillos prestados
en la hierba,
los guardas usaron sus silbatos para llamar al sol.
El sol danzó, de sus bolsillos cayeron las semillas.
Se olvidaron los odios, los temores, las sabanas
donde la gente había dormido sola, sin miembros,
sin un mapa.
Las madres se reconciliaron con los padres, los hijos
con su sombra,
los espejos dejaron de ser ríos con tigres en las orillas.
Una vaca de Holanda rumió y fueron voces desde
un ciclo mojado
o el repetido, migratorio gong de las campanas.
La verdad se supo aguja,
vencida fue la soledad, ávida red.
Una mujer y yo pudimos todo,
la sal en su mano de amarme se convertía en escarcha,
pero eso fue hace mucho tiempo.
Exhortaciones al miedoso
Pedro Luis Marques y Angel Escobar
Oh miedoso
entre el cielo y la isla no son puentes
quédate si una moneda caes al turbio río.
El pájaro de entonces no rescataría la luz
su pico no podará las máscaras que asumes a la noche
cuando los hilos de la ciudad son las grietas en el
rostro
y otras aguas impulsan un ataúd hasta su sábanas
sedientas.
El pájaro no salvaría esa fruta del pantano
implora escarchándote las yemas contra columnas
sin después
mejor levántate como quien ya besó la cruz tres veces.
El pájaro jamás será tu perro junto al frío
sus ojos no tendrán escaleras como tenía la madre
o la muchacha
siguen establos los hondos almacenes íntimos.
Acaso el viento girador desuelle
un buque o fuego más allá de la luna
mientras tus uñas dividan el hígado de un alce.
Retira los corceles porque allí nace de súbito
la esfinge.
Que todas las agujas conviertan tu corazón
en un escudo
que no dejen de convertirlo en una esponja
que en ti no azogue el rojo ni se incline
que al estallar la fruta se quiebre la paz de los festivos.
Hay espejos.
Las manos de la noche aun pueden regalarte el mar
o un desierto donde las sierpes sean los árboles.
Hay anillos.
Que un largo resplandor te astille y odies
la humareda que soy
como ahora te odias frente a tu oscuro doble:
quien era el amigo es mapa olvidado por los astros
quien tuvo caracol te da su último heno.
Quedan espadas y una mesa y mantel para
las redondeces
un niño con la incesante sal de sus antepasados;
le llamarán El Foso pero tendrá números y llaves.
La muerte
y los altos castillos que no piensas.
– Entre el cielo y la isla los tigres robando.
Idea de la poesía
Tomada sea la muy púdica
no pedida sino tomada.
Convertida en cuerpo, en espejo,
es dos un hombre que se mira.
Convertida en árbol
han de luchar la serpiente y el pájaro.
Convertida en relámpago, en muelle,
un niño tira de un cordel a la luna,
viene la madre y corta con tijera el cordel.
Si ascendemos la máscara, si descendemos el túnel.
No me encuentro, me busco, estoy ahumado.
La poesía en el duermevela
como el ave de la resurrección
a cada instante nace, se aniquila.
La palabra una mitad, el silencio o la otra.
El poeta en una orilla, el escucha en la otra.
El poeta es el escucha, el escucha el poeta.
El acto poético es amor
y presupone una fe un más allá,
sillar, isla que no se alcanza.
Adentrase en la poesía.
Como se adentra un santo en el nirvana,
como se adentra un cuerpo en otro.
La libertad, timón hacia la poesía,
la poesía, timón hacia la libertad.
Agua y tierra y viento y fuego.
Elogio de las piedras
A veces pesan mucho los hombros. Es entonces
cuando me siento en una de esas piedras y miro
largamente al mar.
Así ¿quién podría decir si soy un hombre sentado en
una piedra o una piedra sentada en un hombre?,
¿ quién podría decirme si no soy lo que queda, nata
sucia cuando se aparta la leche, otro de los expoliados
de este tiempo?
Hombre o piedra aprendo la lección, muerdo a solas
mis bordes, dejo que pase el frío por encima y por
debajo.
Oración por Roberto Friol
Roberto Friol es un poeta muy menor.
Su llama me aseguran, es la de un fósforo.
En una antología de poetas menores (los del 50,
en Cuba)
no aparece.
Si alguno presentara su candidatura a esa piñata,
el Nobel
lo tomarían por loco.
Si un niño le regalara una flor, como a Casal
lo tomarían por niño, eso en el mejor de los casos.
Estoy seguro que en torno a él no revolotean
las muchachas, las noctílocas, las buscadoras de.
En su vejez sin fama ha de estar solo
o lo que es lo mismo ha de estar náufrago cloqueante
y le abrasará la sed, a él, amolador que repartió
cuál mano le alcanzará la copa, la para aciervados
labios.
Yo lo he leído en las noches, y en el atardecer cianótico
cuando el país es una gota de sangre en mi mantel.
Su palabra me dijo el resplandor de la estrella de Cristo
que había olvidado y está ahí como él dice
brillando sobre el polvo, matando sobre el polvo,
pedernal o brújula o resaca con que frotarse el pecho.
No soy cristiano, ni burro, ni bueno
pero algo se podrá hacer con esa luz
a la hora de construir una casa.
Alzo sus libros a la altura de un monte, en el estante
del almacenes
y eso es más que suficiente para que Friol
se iguale a Homero, a Dante, a Shakespeare, a Friol.
Nocturno con fondo lunar
Li Tai Po miraba la luna.
Por la época en que Li Tai Po miraba la luna
era un hombre muy descreído, muy solo.
Siendo expulsado del palacio por el emperador
andaba bucólico y nostálgico de montaña en montaña.
Li Tai Po miraba a la luna.
Cerraba los ojos y se iba quedando dormido.
El tiovivo
Gong/ enemigo de tronos y altares/ hombre huraño y
bilioso/ escribía poemas/ frente a las mismas preguntas/
que revoloteaban/ oscuros trazos/ en medio de las ruinas:
“— Siglos antes que Seifef, otro de los endemoniados, pero
decir esto no entraña una metafísica, él descubrió que hacer
versos, aunque la pared ahí siguiera, entre lo real y la mente,
era mejor que matar, o ser muerto, por querer cambiar los
ciclos” —
Totem
B-u-e-y
En el centro del poema/ comidos los bordes del poema/
con ojos de buey mira a la realidad/ desde el centro del
poema.
“— Doctor, las huellas de sus patas por los surcos eran el
poema, donde caía el agua de su nariz abrían sus dedos,
sus cabezas las flores quemantes del poema—”
B-u-e-y
su cansancio es político/ ya no se quiere levantar/ no se
quieres desposar/ comidos los bordes del poema/ con ojos
de buey mira a la realidad/ desde el centro del poema.
La cafetera
Si otra vez nos raspan a nosotros de venta en venta desde
1962 mutantes de segunda mano hechos en serie con escasa
capacidad locomotiva por las ya habituales circunstancias
del cargue cuánto trastorno conductual nos causaría esa
falla devueltos al taller donde supuestamente repáranse
motores tendríamos que bajo control técnico volver a
introducirnos drogas duras.
La señales del tránsito
Esa escalera, función luden, los peldaños rotos, no
incertables, clavados una y otra vez,
Esa escalera, función luden, los peldaños rotos, no
incertables,
Esa escalera, función luden, los peldaños rotos,
Esa escalera, función luden,
Esa escalera,
(Merece un epitafio.
Y aquí está)
Uno de los blues
(inspirado en la película Thelma y Louise)
La vida es un remake vivas allá o aquí te llames Peter
te llames Pedro te llames Thelma o te llames Louise/
aventurarse y cruzar solas mas allá de los límites eso
hicieron Thelma and Louise/ en todos estos años a nosotros
nos ha venido sucediendo lo que a Thelma and Louise/
cada cual de nosotros ha intentado hacer cosas para que
cambien nuestras vidas lo que hicieron Thelma y Louise/
pero nos detenemos siempre en las primeras escenas por
temor a acabar como acabaron Thelma and Louise.
En la 47
Si con esta herramienta pudiera abrir un agujero en la pared,
no estaría ahora aquí, hurgando dentro de mi cerebro sucio,
a la búsqueda de algún yacimiento.
Cinta: en dias de mareas, los niños surfeadores, bailan,
sobre sus tablas de fiber-glass, a la caza de grandes olas.
Si con esta herramienta pudiera abrir un agujero en la pared,
no estaría ahora aquí, hurgando dentro de mi cerebro sucio,
a la búsqueda de algún yacimiento.
Cinta: todo cuanto quisiera ahora es poderme irme a surfear.
Sírvase usted
Aunque sin ningún tipo de alegría particular, por tal hallazgo,
sea de la gastronomía o no sea, carne, un subproducto,
sírvase usted, si Guevara murió infecto, en hospital de
Marsella, Rimbaud, asesinado, en Quebrada del Yuro,
yo, mezcla explosiva y retazo, en los mismos lugares,
exactamente ahora, y eso es preferible a limpiar, de sol a
sol, día tras día la mierda de las ciudadelas, cobrando un
sueldo mínimo, aunque sin ningún tipo de alegría particular,
por tal hallazgo, sea de la gastronomía o no sea, carne, un
subproducto, sírvase usted.
La mosca
Un punto
donde dos soplos enemigos atracaron. “extranjera ya, ha
venido a convertir mi plato en su dominio”
un punto
donde dos soplos enemigos se confunden. “extranjera ya,
ha venido a convertir mi plato en su dominio”
un punto
donde a una llama que oscila le responde otra llama que
oscila “extranjera ya, ha venido a convertir mi plato en su
dominio”
¿La aparto de un manotazo y continuo estibando?
Dijo el cara-tiznada: si a un lado de la pared hay lo mismo
que al otro lado de la pared, ¿no podrías dejar de hacer
más ruido y aprender a callar?
Manuscritos
Descifrar lo que esta escrito en el viento, es tarea difícil, detrás
de la cerca o cortina metálica, humo, quienes no se aventuraban
a saltar, se dedicaban a un parloteo de vecinos, sobre lo que
había y se hacía detrás de la cerca o cortina metálica, quienes
se aventuraban a saltar, regresaban callados, como si hubiesen
contraído una enfermedad que les impidiese el habla, detrás
de la cerca o una cortina metálica, humo, escribir lo que está cifrado
en el viento, es tarea difícil.
El buzo
Sea El buzo, ocupación que se ejerce o propiedad horizontal
o hijo bobo de patria o niño con biberón (áreas densas de
pasto, hay los terrenos baldíos, donde el vecindario peatonal
arroja los escombros de sus vidas y entre la mala hierba crece
la seta de una nueva civilidad, sin incluirse aun en mapas de la
contracultura), sea El Buzo, ocupación que se ejerce o propiedad
horizontal o hijo bobo de patria o niño con biberón (áreas
densas de pasto, hay los terrenos baldíos, donde el vecindario
peatonal arroja los escombros de sus vidas y entre la mala hierba
crece la seta de una nueva civilidad, sin incluirse aun en mapas
de la contracultura), sea El buzo, ocupación que se ejerce o
propiedad horizontal o hijo bobo de patria o niño con biberón:
«a la hora señalada, cuando me llamen por mi nombre, no
responderé».
Una puta en el malecón/La misma puta en el Cacahual
Trabajar cansa, eso según. Cada vez hay menos putas trabajando
en el malecón y cada vez hay más putas trabajando en la cárcel
de putas. Cuando ellas son las montadas, aquí a las putas las
llaman jineteras, una entre tantas máscaras lingüísticas hechas
para disfrazar la brutalidad de lo real. ¿Cuántas putas hay
trabajando en el malecón?, ¿cuántas putas hay trabajando en
la cárcel de putas?, ¿cuánto gana una puta trabajando en el
malecón?, ¿cuánto gana una puta trabajando en la cárcel de
putas?
Ejercicios aeróbicos
Hoy, he amanecido punzón miniaturista y francés, pienso en
«Margot la gorda» y en su maestría loada.
Trío de gordas peninsulares, meneando sus caderas, a ritmos
de Van Van, gordas, porque su alimento es sancocho, esa
flaca playboy, esa, sí tiene swing, esa, el dinero sí saca, trío de
gordas peninsulares, meneando sus caderas, a ritmos de Van
Van, gordas, porque su alimento es sancocho, esa flaca
playboy, esa, sí tiene swing, esa, el dinero sí saca, trío de gordas
peninsulares, meneando sus caderas, a ritmos de Van Van,
gordas, porque su alimento es sancocho, esa flaca playboy,
esa, sí tiene swing, esa, el dinero sí saca, timba, la timba.
Hoy, he amanecido punzón miniaturista y francés, pienso en
«Margot la gorda» y en su maestría loada.
¡Dios mío, todo lo que hay que hacer para poder conseguir un
comprador!
R.M.R
Mi madre natural murió, el matador, tres piquetazos, usando
una piqueta de piquetear cubos de hielo, no sanguínea, otra
mujer es mi madre, mi amor por ella es un amor agápico, yo,
que me llamo Juan, sin saber bien por qué, de vez en vez me
llamo Edgar, cocinero, parten dientes los poemas que escribes,
he contestado encogiéndome de hombros, yo subo una escalera,
mi madre natural murió, el matador, tres piquetazos, usando
una piqueta de piquetear cubos de hielo, no sanguínea, otra
mujer es mi madre, mi amor por ella es un amor agápico, yo,
que me llamo Juan, sin saber bien por qué, de vez en vez me
llamo Edgar, cocinero, parten dientes los poemas que escribes,
he contestado encogiéndome de hombros, yo bajo una escalera,
madrina, por esta media rota, me entra Dios, en una pata o en
un pie.
José María López Lledín
Le vi recogiendo sobras de comida en tanques de basura, junto
a ratas, moscas, perros, no me pareció tener delante plantado a
un caballero, menos de París, ni siquiera un clochard, porque
París es París y La Habana es La Habana. Hoy le vuelvo a ver,
pero a través de un espejo invertido, nuevamente recogiendo
sobras de comida en tanques de basura, junto a ratas, moscas,
perros, no me parece tener delante plantado a un caballero,
menos de París, ni siquiera un clochard, porque París es París y
La Habana es La Habana. Han pasado los años y todavía siento
vértigo. Primero una ortopedia, después una ascensión. Quienes
le convirtieron en mito nacional no le hubieran soportado una
semana en sus vidas. Otro viejo asqueroso, un sin familia, tenía
nombre civil y pertenecía a un estamento social que crece al
derrumbe de las ideologías. Palabras duras para quien tuvo una
vida dura.
La excavadora de la mina
Los mutilados de las guerras del mundo sienten nostalgia por
las partes perdidas, al que perdió las piernas, le faltarán para
siempre las piernas, al que perdió los brazos, le faltarán para siempre
los brazos, al que perdió los dientes, le faltarán para siempre los
dientes, cada cual recordando lo que hacía con su parte de
menos, al que perdió las piernas, le faltarán para siempre las
piernas, al que perdió los brazos, le faltarán para siempre los
brazos, al que perdió los ojos, le faltarán para siempre los ojos,
al que perdió los dientes, le faltarán para siempre los dientes, y
si juntásemos cada parte perdida , haríamos el inventario de la
ausencia del hombre.
Poemas encontrados
El ermitaño/ se construyó una ermita/ la rodeó con un
sembrado de hortalizas/ yo/ por morder el mordido/ la lombriz
segmentada/ quise ser ermitaño/ construirme una ermita/
rodearla con un sembrado de hortalizas/ yo/ por morder el
mordido/ la lombriz segmentada/ pude ser ermitaño/
construirme una ermita/ rodearla con un sembrado de
hortalizas/ por morder el mordido/ la lombriz segmentada: Ser
quien escribe o quien habla es habitar en un cementerio, pero
dentro de una fosa común.
La escalera caracol
Si la izquierda fuera un traje de baño, si fuera yo Bertold
Brecht. Todo el tiempo se rasca. Otra noche sin poderme
dormir. Mírenme a los ojos, dice. Todo el tiempo se rasca,
otra sin poderme dormir. Mírenme a los pechos, dice.
Todo el tiempo se rasca, otra noche sin poderme dormir.
Mírenme a las piernas, dice. Todo el tiempo se rasca, otra
noche sin poderme dormir. Mírenme el trasero, dice. Todo el
tiempo se rasca. Cuando la perra envejece, hasta los perros
viejos le huyen, dice. Ni la izquierda es un traje de baño, ni
soy yo Bertold Brecht.
Charro
Veterano de guerra, como decimos aquí y no es ofensa,
acompañándose de una guitarra, hembra, la roída por el uso,
como decimos aquí y no es ofensa, canta canciones
mexicanas.
Noche de Sabbath
Veterano de guerra, como decimos aquí y no es ofensa,
acompañándose de una guitarra, hembra, la roída por el uso,
como decimos aquí y no es ofensa, canta canciones
mexicanas.
” México lindo y querido”
Completamente borracho de bebidas calientes y baratas está
el hombre, y completamente borracha de canciones calientes
y baratas ha de estar la guitarra.
El salmista
Hay un viento/
es un viento que corre levantando nubecillas de polvo/
hay un viento/
es un viento que corre levantando nubecillas de voces/
hay un viento/
es un viento que corre levantando también las esporas/
(escribano, de las minucias de adentro y de las minucias de
afuera, aunque escriba yo, sentado sobre un viejo taburete,
nubecilla de polvo, nubecilla de voz o espora, qué importa. Y
si mi voz no es un regalo del Señor, ¿de quién va a serlo,
entonces?)
El alacrán
Cran cran cran,
Cran cran cran,
Cran cran cran,
(uno)
Un alacrán, ya muerto, sobre la acera graficada, sólo
importante para las hambrientas hormigas, semejantes a las
hambrientas personas, en las lentas colas de la carne,
Cran cran cran,
Cran cran cran,
Cran cran cran,
(uno)
Un alacrán, ya muerto, sobre la acera graficada, importante
también para el poema o posible poema de lo necrosado,
aunque aquí la única persona atenta a estas minúsculas
muertes cotidianas sea yo.
Franja
Extraño sitio y extrañas las palabras que lo nombran.
Soy un hombre obstinado, la idea era viajar para disminuir el
mal que padezco, gran mal o pequeño mal y sus daños
colaterales, sé que he de vivir mi vida entera soportando el
mal que padezco, y sus daños colaterales, sé que la causa
verdadera de mi muerte será el mal que padezco, gran mal o
pequeño mal y sus daños colaterales, no la representación
pública del mal que padezco, grandes o pequeñas
representaciones, ni lo que daño colateralmente. Llevo diente
de ajo y otros atributos todo el tiempo, en el bolsillo trasero
del pantalón, pero esta táctica familiar tiene sus fallas. Necesito
pisar mierda, si fuera posible pisar mierda de vaca. Sólo
encuentro terrones, la fauna esta contraída.
Extraño sitio y extrañas palabras que lo nombran.