Cuando en abril de 2018 estallaron en Nicaragua las protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega, portar la bandera de dos franjas azules y una blanca, fue motivo de persecución y cárcel para la resistencia.
En Cuba, la nueva ley de símbolos patrios, firmada en 2019, es reflejo de una política cultural que ha secuestrado los símbolos nacionales para ensalzar un patriotismo vulgar, sin sustancia. Una patria sin ciudadanos.
Esta ley, busca “regular los atributos que identifican a los símbolos nacionales y las reglas para su confección, uso, honores a rendirle y conservación”. Bajo esta máscara impide el uso libre de estos símbolos.
Las prohibiciones que estipula esta ley inhibe cualquier tipo de reflexión sobre aquello nos “identifica” como pueblo.
La Ley N. 128 establece que la bandera no puede usarse:
– en forma de cubierta, lienzo, tapete o de cualquier otro modo que impida que se pueda desplegar libremente, excepto en el caso de que se use para cubrir féretros o urnas;
– para cubrir tribunas, mesas para presidir actos o frente de plataformas;
– en productos comunicativos con fines publicitarios y comerciales; y
– cuando se encuentre rota, deteriorada o haya perdido sus colores originales.
– Se prohíbe estampar, escribir, pintar o firmar en la Bandera Nacional.
Si en reuniones, debates, obras de arte, acciones cívicas, o cualquier tipo de expresión ciudadana se le impide al cubano usar aquello que lo marca como ente social, como ente de una nación, seguirá siendo amputado nuestro pensamiento crítico.
Por este motivo integrantes del Movimiento de San Isidro lanzaron en el mes de agosto de 2019 un reto para las redes sociales:
“Como entendemos que los símbolos patrios pertenecen a todos los cubanos y anteceden al actual sistema socialista, lanzamos un reto (challenge) a hacerse un vídeo o foto con la bandera cubana en hombros, a publicarlo en internet bajo #LaBanderaEsDeTodos #Cuba”.
La idea surge ante la arbitraria detención del artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien fuese apresado mientras desarrollaba el performance Drapeau, consistente en llevar la bandera cubana durante un mes sobre los hombros.
Las imágenes que conforman esta muestra son solo una sintetizada recopilación del resultado del challenge.