Viernes santo. Misa negra. Silencio monocorde.
Patria, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Improperios o reproches del pueblo a la Patria.
CruxFidelis o alabanzas a la Patria que nos convida.
PangeLingua o lo que se repite entre un pueblo autómata.
Misa negra
La Patria es el ídolo, la efigie torturada. No hay más ídolo que la cruz. La cruz es la Patria de todos; a donde vamos a morir de agonía, sin quejarnos apenas, perdonando a los que nos ofenden.
La Patria va de negro, bajo un manto infinito como una noche de siglos. Solo existe la Patria: la tuya, la nuestra, la que imaginamos existe. No hay discurso o doctrina que alcance a definirla. “Patria es humanidad”, ¿y qué es esto último?
Patria es un no lugar, una ilusión que resiste a la Historia y sus épocas de locura.La Patria es ayuno, abstinencia. Patria es un síndrome, un trauma que se padece hasta la muerte.
“Morir por la Patria es vivir”. Pero solo si se muere por la Patria, por esa causa eterna, inapresable.La Patria es lo trascendente, el espíritu que está en todos y en nadie. La Patria es un horizonte, la fronteraque, en nuestro caso, se enuncia desde la costa: nuestro límite físico, nuestra maldita circunstancia. La Patria es esa voluntad maldita de aferrarnos a las palabras: cubano, isla, coloniaje, política, disidencia, Revolución…
No hay ídolos, solo existe la Patria.